14/05/2009

Entrada desde un café internet

Sin café y sin internet en casa, decidido a pagar las cuentas pendientes bien temprano, salí esta mañana. No sé qué raro pasó, pero en estas últimas semanas he estado muy optimista, imagínense que no más ayer pensé que todas las casas del barrio se habían quedado sin luz momentáneamente. Por ese pensamiento inocente me eché a hacer buen uso del horario de siesta mendocino, es decir de las 2 hasta las 6 de la tarde. Pero vaya sorpresa la que me llevé cuando desperté porque en la casa del vecino estaban poniendo música. Inútiles fueron mis intentos por encender la luz. Bonita hora a la que me dio por mirar los recibos pendientes, «si no cancela en los dos días hábiles siguientes, procederemos con la suspensión del servicio», decía y ahora estoy seguro de que no era una amenaza así no más.

Es que todo es culpa de mi mala costumbre de no abrir los sobres que me llegan por debajo de la puerta sino cada vez al mes; como si eso no bastara, no abro todos los sobres, yo sigo siendo así: siempre pensé que me daba mala suerte abrir más de siete sobres en un mes. Este mes abrí siete, tres eran de promociones, uno era de una invitación a un banco y los otros tres eran los recibos del internet, gas y agua, respectivamente. Encima de la mesita de noche dejé un par de sobres más que, pensé, no tenían importancia. Bueno, algo de bueno tuvo esto de quedarme sin luz: ayer me acosté, por primera vez en mucho tiempo, a la media noche, sin aturdirme de música, sin ver videos en Youtube, sin hablar con los escasos amigos que tengo lejos y el que tengo cerca. Me dormí tranquilo, sin angustias, sin miedos, sin necesidades. Pero cuando me desperté a las 6 de la mañana, me invadió un temor: «¿No será que me morí? Esto debe ser lo más parecido a la muerte, incomunicación total del mundo, algo de congestión nasal, 5 grados centígrados afuera y silencio total», pero rápidamente me calmé, era obvio que no podía estar muerto: la congestión nasal no cuadraba por ningún lado.

Imagínense ustedes a un colombianito saliendo de su casa a las 7 de la mañana, abrigado no más por una chaqueta y acompañado con un bolsito donde guarda un par de libros y su cámara —por si la vida le pasa por el lado y no puede enfrentarla—. El colombianito caminando a las 7 de la mañana que, en Mendoza, todavía el sol ni se anima a salir. El colombianito pensando que se levantó sin saber besar y con congestión nasal. El colombianito entrando a un café sin cafés qué servir, ni calor humano, ni calefacción. El colombianito con ganas de desayunar con un café con leche desayuno al lado de su gente. Pobre colombianito —piensa el colombianito— ¿qué hace un simple transeunte que se maravilla cuando encuentra una moneda en la calle, sinó echarse a la pena porque no tiene luz? El colombianito lee los periódicos. El colombiano se abraza a sí mismo cuando sale del café: afuera todavía hacen cinco grados centígrados.

No sé qué soñé para despertarme sin saber besar y con congestión nasal, pero aún así sigo optimista —y sin pagar las cuentas pendientes—. Aún así sigo escribiendo con la esperanza de que hoy aprenda a besar y quite la fea costumbre de abrir tan sólo siete sobres por mes, para así ser un transeunte común y corriente, que no se asombra más cuando encuentra una moneda sin dueño en la calle.

Actualización: El colombianito fue a pagar al banco y se encontró con que había un paro de banqueros. El colombianito se puso triste y luego se tomó un café sin muchas ganas. El colombianito sabe que le espera una larga noche con sus pensamientos; también cree que tiene que comprar velas.

Daniel.

6 comentarios:

Unknown dijo...

jajajajaja.... acabo de ver a un cortazar en tu apartamento despistado y encerado en un mundo urbano con reglas que no entiende como por ejemplo absurdas fechas de corte de los servicios... un abrazo con muchas velas desde aqui, tu tierra que no es la mia, colombianito.

Andrés Camilo dijo...

apuesto un testículo a q en el banco te dijeron "no, no te queremos recibir el pago, pues... no, no nos da la gana" jajajajajaja, esta muy sollado colombianito, un abrazote.

Gustavo dijo...

¿Qué mejor para un poeta que tener todo el día a oscuras para recorrer lo que le recorre la mente? (¿O será "qué peor"?)

Quizá debas revisar en tus 7 sobres abiertos, buscar el del banco, y consultar sobre "débito automático"!

Domenico Cirasino dijo...

pobre colombiano, esta aprendiendo a ser feliz. No esta mal el camino, la oscuridad aclara las ideas.
A veces estamos abrumados por la tecnología que nos facilita la vida y nos controla los impulsos.

Yo también me levante congestionado pero con la certeza de que mi espíritu es mas fuerte que una gripe y sabiendo que si no salgo a la calle a jugar con congestión y todo le estoy faltando el respeto a mi niño. Y cuando maltratamos a nuestro niño nuestro adulto toma el poder y hay si estamos jodidos y condenados a ser gente seria no se cuestiona si salir o no salir a deambular a las 6 de la mañana. Simplemente no lo hace por que eso "no corresponde".

Ps: No tenes un solo amigo cerca

Kellyest dijo...

jajaja sí la verdad me reí mucho con eso de que te quitaron la luz por no pagar las cuentas, ¿acaso creías que ellas se pagan solas? ¿en que mundo vivís?.
Yo si quisiera saber que harás en la noche con un par de velas encendidas. Espero que sin luz igual sea un buen cambio para un par de noches. un abrazo!

Be. dijo...

aaah pero que mi colombianito este :P