21/02/2007

De mí se espera

que haga reír, que llene un crucigrama, que me lance por un precipicio y sobreviva a la caída, que no me aburra, que me canse de cansarme y casarme. Se espera que rescate a una que otra de su dolor y que haga sufrir a la que lo merece, que sea amable hasta con el que a espaldas habla de mí, que dé besos honestos y que no muera en el intento de encontrarme.

Todos quieren que satisfaga su yo, que les regale un Belmont o una Club Colombia, o un espacio en este blog, o en el corazón, o en mi cama... Todo depende. Al final de cuentas nadie me pregunta qué espero yo de mí (por ejemplo espero utilizar otra vez la cursiva, es divertido... también me gusta la negrita), si fuera a concentrarme en lo que espero de mí de seguro que no esperaría gran cosa.

Esperar es un asunto un poco soso, ver pasar los buses y dentro de ellos pasajeros y encima de los pasajeros mugre y dentro del mugre bacterias peleando para alargar su vida un poco más; ver pasar los buses y dentro de ellos gripa. Nada más. No quiero tener gripa, menos para mañana. Mañana es un día importante para mí: ¡me caso! bueno, eso y conozco el jardín botánico; bueno, eso y tengo un parcial... Bueno, eso y me toca madrugar, ahí ya empezamos mal. Siempre pasa, todo está saliendo bien en la noche hasta que uno se acuerda que tiene clase de 8, es antinatural. Primero que todo hay que poner la primera alarma a las 5:30am, la segunda a las 5:40am y la tercera a las 5:50am cuando todavía ¡NO HA SALIDO EL SOL!, darse cuenta que de verdad ya ha apagado las otras dos alarmas (este proceso es difícil, recomiendo nunca cambiar la hora de la tercera alarma) y que ya pudo descansar ese sueño placentero y complice de "cinco minutos más", levantarse, prender el calentador (en mi casa es de los que se demoran quince minutos), programar la alarma para las 6:10am y 6:20am, volver a la cama... la primera alarma suena mucho más duro que cualquier cosa en la vida, ¡ni que estuviera amplificado por dios! Casi te infartás, luego te intentás quedar dormido y cuando lo vas a lograr viene el segundo susto de la mañana: ¡EL PARCIAL! te levantás asustado, buscás las copias por todos lados, pero no las encontrás, de buen compañeros se las prestaste a Hermógenes/Duver Sneider/Zuly Yuyeimi y ahora estás mamando, ¡por guevón! Entonces prendés el computador, menos mal existe el internet, cuando por fin encontrás el tema del parcial empezás a leer rápido, no funciona ¿cierto?, probemos la lectura consciente y lenta para poder entender... ahí viene el tercer susto del día: ¡LA TERCERA ALARMA! Eso sí es el colmo, te dan ganas de tirar el celular para la mierda. Vas a imprimir porque está muy largo el tema pero justo ese día la impresora se quedó sin tinta (se había quedado sin tinta desde hace como una semana pero qué pereza cambiarlo), te toca coger una hoja cualquier y copiar desesperadamente el tema, lo más importante primero, lo que se puede pastelear, datos pendejos que rellenan, etc... Estás entrando al baño a eso de las 6:50am, está tarde, el bus se demora una hora en llegar a la universidad ¿qué hacés? ¡baño relampago! ¿y en qué consiste el baño relámpago? Sencillo: Abrimos la ducha y nos metémos rápido, jabón y sale pa pintura, toalla y a vestirnos se dijo - el proceso debe durar menos de 5 minutos-. Ahora vamos para la cocina, no se puede uno cocinar gran cosa porque ya está tarde -igual uno ya cuenta que va a llegar 10 minutos tarde-, ¡entonces corriendo para el bus!

Llega uno a las 7:10am a esperar el bus y el hijuemadre pasa a eso de las 7:25am lleno, no hay ni dónde montarse, ni siquiera por la de atrás, nada... logicamente, el conductor ya sabía eso y el bus pasa de largo, así que te toca montarte en el bus de las 7:30am, ese pasa a las 7:40am igual de lleno que el otro, ahí toca ponerse bravo y empujar a la pobre señora que siempre carga un paraguas ¡Señora por dios, no ve el calor tan verraco que está haciendo!... bueno, ya no se puede confiar en el clima. El bus pasa por el metro a eso de faltando cinco para las ocho y uno para poder llegar cumplido se baja y se va en metro, doble pasaje, doble pena... en el metro uno no espera tomar asiento, pero por lo menos no quedar oliendo al sudor de cuanta persona se monta. Nada qué hacer, así nos toca a los pobres. A la universidad estamos llegando a las 8:15am, corremos hasta la facultad, subimos dos pisos, caminamos 10 metros ¿y todo para qué! ¡para que en la puerta diga NO HAY CLASE POR INCAPACIDAD DE LA PROFESORA 19/02/07! Para colmo de males, el aviso estaba ahí desde hacía tres días y uno por pendejo no lo vió; ¡todos los compañeros lo vieron y nadie tuvo la gentileza de avisarle a uno! ¿qué es esto? ¿de una clase de 30 personas soy el más pendejo? Sí, desgraciadamente así nací.

Esa platica no la robaron mijo, nos metieron la mano al drill y no nos dimos ni cuenta, por lo menos se adelanto estudio que nunca nos van a preguntar, porque obviamente el parcial iba a ser de otra cosa, menos mal está incapacitada...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

De vos... ¿qué se espera?, efectivamente que hagas reír, y que te aburras, para poder sacarte una sonrisa también de vez en cuando. se espera que te preguntés vos mismo qué esperás de vos, que no te dejen plantado en el jardín botánico, esperando cuatro horas lo que nunca llegará, que sigas utilizando la cursiva, se ve linda en el blog, y pués bueno, un Belmont o una Club Colombia no le hacen daño a casi nadie.
Un abrazo.
Susana.

Simon dijo...

Ole parce. Excelente escrito, describe perfectamente lo que suele pasar. Bien divertido imaginarse uno así, aunque aquí el metro es peor jajajaja, enfin. Felicidades mi brother.

Anónimo dijo...

jajajajaja

piro si escribe muy realista jajaja me hizo poner en sus zapatos, excelente escrito parce no me reia asi leyendo hace mucho.

Anónimo dijo...

Wiiiiiiipi, que diversion lo que escribiste, excelente mi dani mosho!!! te quiero muchisimo
Me ha pasado cosas similares, pero para clase de 6am!
Primiparada... llego a las 6am, juiciosa un lunes 29 de enero.... "las clases en los laboratorios empiezan el 5 de febrero.." osea, perdí la madrugada

Daniel Paniagua dijo...

Eso suele suceder, sobretodo cuando uno no tiene internet o amigos, o plata, o universidad.