19/03/2007

Ojo con eso

Los días se dividen en secciones aburridas, precisamente para que uno las ocupe en algo productivo. Por ejemplo a la una de la tarde es el tiempo del sol, de no salir, de hacer una llamada, de recordar que no se puede hacer y colgar asustado. Yo prefiero que ese momento ocurra a las 5 de la mañana, casi nunca estoy despierto a esa hora, a menos que tenga clase de seis. ¿Porqué escribo esto? Sencillo, siempre hay una hora para recordar viejos amores y debe haber una para olvidarlos, la gente se olvida de lo último, se cierran todas las posibilidades para ser felices.

Está bien, el tiempo de recordar es a las 6 de la tarde, pero dura sólo una hora, el tiempo de olvidar es el más divertido y empieza a las 8 de la noche, siempre se acompaña de una botella de cerveza y un par de senos diferentes, aunque ni tan diferentes, cambian los pezones y depronto la copa, acá no hay de dónde elegir. A veces a las 8 de la noche se prende lo bueno, empieza la música entretenida, se inicia una conversación interesante, hay risas, flirteo, esperanza, gusto ¿y todo para qué? Para esperar la hora de la pasión, que viene siendo como a las 12 de la noche, besos por acá, por allá, para mi apartamento, amanezcamos aquí, allí, allá, por acá, venga, así... Casi a las 6 de la mañana viene el tiempo de querer estar sólo, de querer no compartir ni la cobija ni la almohada; pero nada qué hacer, la señorita esta no se va. Culpa de ella, ahora se levanta y mínimo no se va a acordar.

No sé porqué escribo esto, tal vez para lo único que abrí el blog fue para escribir lo que me pasó el fin de semana, culpa de no estar haciendo nada y mezclarlo con un poco de vino, un poco de poker, un poco de gasolina y tenga, en un momentico estaba en Castilla, qué peligro. Muchachos, nunca le hagan caso a sus amigos cuando le dicen: "venga que acá hay una farra la hijueputa, todo gratis". Eso no se hace... La cosa fue que me puse a hablar con una niña de esas que le meten equis a todas las palabras menos a las que la llevan, y si se las meten no se las ponen donde van, "sí amorts, cuando yo presenté el ifecs me pegué del xacol"... Y entre charlas y pendejadas variadas me dijo que el novio (Jason, Duber, Cualquiera de esos nombres) era un hijueputa con ella - Claro, cómo querés que no - y que se sentía mal, que le quería dar celos... ¡PASO!

Si no hubiera pasado no estaría contando la historia, a los cinco minutos llegó él ¿y adivinen qué? El man era un bacán con ella, hasta vivían juntos y estaban super bien, según los dos pués. Ya falta a ver de qué manera lo enredan a uno. Ojo con eso.

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